Tercera edición de la Semana de Lucha contra los Transgénicos. Decenas de actividades por todo el territorio nacional. Conferencias, debates, proyecciones de películas, exposiciones, concentraciones, pancartas en lugares simbólicos, visitas a las instituciones europeas… y hasta una cofradía con un sufriente maíz. Esta mañana por ejemplo, un nutrido grupo de ciudadanos y ciudadanas se concentraba ante el Parlamento andaluz para exigir un cambio inmediato en la política de transgénicos del Gobierno de la región.
Es evidente que el deseo mayoritario de la ciudadanía es que se acabe ya con los absurdos transgénicos. De todas partes surge el clamor pidiendo, por lo menos, una moratoria inmediata al maíz transgénico de Monsanto, el llamado MON 810.
Ayer la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo votó unas enmiendas que mejoran enormemente la propuesta de nueva legislación de transgénicos de la Comisión Europea. Según estas enmiendas, y de ser finalmente aprobadas en el plenario del Parlamento el próximo 7 de junio, se consolidaría el derecho de los países a prohibir los transgénicos y se obligaría a las multinacionales de los transgénicos a pagar por los daños producidos por sus diabólicos inventos.