europa press
18/06/08
Suecia es uno de los países más seguros y tranquilos del mundo. Aún así, el miedo y la vulnerabilidad frente al terrorismo ha dividido a la sociedad ante una medida que supondría, para muchos, un atentado contra el derecho a la privacidad. La ‘Ley de Vigilancia’, que se vota mañana en el parlamento sueco, fue lanzada al ruedo por la coalición de centro-derecha que actualmente gobierna el país y pretende que las autoridades puedan almacenar todos los registros de las llamadas telefónicas, mensajes de texto, faxes, correos electrónicos y hasta el historial de visitas de Internet de los ciudadanos. EE.UU. y Reino Unido ya han seguido caminos similares.
El principal cometido de esta ley sería garantizar a los servicios de seguridad e inteligencia del estado una gran base de datos de la cual servirse para realizar su trabajo. Pero, en el eterno debate entre privacidad y seguridad, los ciudadanos ven recelosos que todas sus conversaciones, mensajes de móvil y su navegación por Internet queden registradas y a disposición de la policía. Aunque sólo se accedería a estos datos con autorización judicial, la ley contempla la retención de esos datos durante un año.